De casas blancas
Los ojos del cielo observan el mundo, de casas blancas, de playas doradas, dé árboles viejos.
Él viento sopla cada vez mas fuerte ingresando en la habitación que se encuentra cerrada. Castigando su cara, volando sus cabellos.
A un costado, sentada en la cama, su anciana madre la observa en silencio.
De sienes blancas, de mirada serena, presagiando el final.
De casas blancas, de arboles viejos, de playas doradas.
Los ojos del cielo y el viento gélido golpeando su cara anuncian su partida.
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