El Principio
John Shelton es una sombra oculta en la penumbra que huye tras haber estado escondido detrás de un biombo en el hospital de la ciudad de Linea, escuchando que es portador de un virus. La idea es deshacerse de él, tras experimentar y conseguir la cura en caso de que hubiera un brote, pero esto no podrá ser porque John Shelton ya no está, se lo trago la oscuridad de la noche. La enfermera entra en pánico, los médicos ordenan buscarlo en cada lugar del hospital, pero, es inútil.
De donde venia John Shelton, quien era, que hacía allí, había ingresado por unas manchas en la piel. John Shelton era el único sobreviviente de la abandonada isla de Os, que limita con su vecina isla de Linea, separadas por un puente que las une.
Hace veinte años hubo una epidemia tan grande que contamino
al mundo, muriendo millones de personas En Os no habría quedado ningún sobreviviente,
al menos, eso parecía hasta hoy.
Ahora la aparición de John Shelton se transformó en noticia y fue como un teléfono descompuesto Se lo había visto en varios lugares, ya sabían cómo era. Todos buscaban a Shelton, el ejercito y cada habitante de la isla, tanto así que tomaron a un joven con las características de él y quisieron lincharlo, las autoridades lo llevaron. El boca a boca de la gente confirmaba que tenía el virus y que había contagiado en pocas horas a muchas personas, en el hospital había muertos y muchos en grave estado..
Las personas de Linea querían salir de la isla, pero, no les permitían entrar en el continente, el caos genero mucha violencia, entonces otros buscaban la montaña y la costa como había ocurrido en aquella época en todo el mundo.
Ahora la aparición de John Shelton se transformó en noticia y fue como un teléfono descompuesto Se lo había visto en varios lugares, ya sabían cómo era. Todos buscaban a Shelton, el ejercito y cada habitante de la isla, tanto así que tomaron a un joven con las características de él y quisieron lincharlo, las autoridades lo llevaron. El boca a boca de la gente confirmaba que tenía el virus y que había contagiado en pocas horas a muchas personas, en el hospital había muertos y muchos en grave estado..
Las personas de Linea querían salir de la isla, pero, no les permitían entrar en el continente, el caos genero mucha violencia, entonces otros buscaban la montaña y la costa como había ocurrido en aquella época en todo el mundo.
El Final
Charles O’Donnell, si hubiera sabido que aquella mañana le iba a pasar todo aquello, seguramente se hubiera quedado en su casa armando las valijas para el también abandonar la ciudad. Escritor, casado con una artista plástica, ambos parecen ser una familia feliz, si bien la frivolidad de ella y la ostentación de él hacen una pareja perfecta, no todo es lo que parece, los celos de ella y ese vacio en el alma que el siente desde algun tiempo lo han convertido en un ser que se replantea todo el tiempo su futuro.
El escritor transitaba con su automóvil en busca de un amigo cuando vio el linchamiento, sintió que estaban todos enloqueciendo, el pobre chico era agredido por muchas personas, diciendo que era John Shelton, todo ocurrió muy rápido ante su mirada asombrada, inmediatamente llegaron las autoridades y se lo llevaron.
Charles O’Donnell, si hubiera sabido que aquella mañana le iba a pasar todo aquello, seguramente se hubiera quedado en su casa armando las valijas para el también abandonar la ciudad. Escritor, casado con una artista plástica, ambos parecen ser una familia feliz, si bien la frivolidad de ella y la ostentación de él hacen una pareja perfecta, no todo es lo que parece, los celos de ella y ese vacio en el alma que el siente desde algun tiempo lo han convertido en un ser que se replantea todo el tiempo su futuro.
El escritor transitaba con su automóvil en busca de un amigo cuando vio el linchamiento, sintió que estaban todos enloqueciendo, el pobre chico era agredido por muchas personas, diciendo que era John Shelton, todo ocurrió muy rápido ante su mirada asombrada, inmediatamente llegaron las autoridades y se lo llevaron.
Su amigo Farrell un afamado actor no hacía más que enviarle mensajes diciéndole
que fuera a buscarlo al hospital, ya que debia ir a buscar allí a una persona,
y su auto no andaba, sabia porque su amigo lo citaba allí, no se iría a ningún
lado solo.
¡Pandemia! ¡Pandemia! gritaba una mujer en la parada de colectivo, en su último recorrido de aquella tragedia, llevando los últimos pasajeros de este a oeste desde sus trabajos a sus casas, sin saber si alguna vez volverían a él. En aquella mañana de abril la mujer señalaba a Rita Olé de padecer el virus y así vengarse de la bella joven cineasta que no había querido hacer una documental sobre su tragedia
O´Donell pasaba por allí en ese momento, en realidad estuvo en muchos lugares aquella mañana en que su transitar fue marcando su destino, el que hubiera cambiado de no habérsele roto el auto a Farrel, el,estaría viajando a su cabaña del bosque, lejos del caos.
¡Pandemia! ¡Pandemia! gritaba una mujer en la parada de colectivo, en su último recorrido de aquella tragedia, llevando los últimos pasajeros de este a oeste desde sus trabajos a sus casas, sin saber si alguna vez volverían a él. En aquella mañana de abril la mujer señalaba a Rita Olé de padecer el virus y así vengarse de la bella joven cineasta que no había querido hacer una documental sobre su tragedia
O´Donell pasaba por allí en ese momento, en realidad estuvo en muchos lugares aquella mañana en que su transitar fue marcando su destino, el que hubiera cambiado de no habérsele roto el auto a Farrel, el,estaría viajando a su cabaña del bosque, lejos del caos.
Vio la situación,
toda la gente allí presente avanzaba hacia la pobre chica que retrocedía
asustada cuando una vos le ¡dijo; –¡Sube!, _ era O’Donnell que lo vio todo, cargo
a la chica y la llevo con el
-Tu eres la directora de cine, estabas en problemas - a lo que la joven contesto - Esa mujer quería que hiciéramos un cortometraje por la forma en que viven en su barrio y como no pude lograrlo desde entonces me odia. me acosa.
Al llegar al Hospital O’Donnell se baja en busca de Farrel, al dirigirse al ingreso ve a una mujer mayor, de aspecto pequeño, llorando, pedía por su hijo, -No puede ingresar señora, usted está en riesgo – decía un hombre joven de la seguridad del lugar, a lo que la mujer le respondía - Pero es mi hijo, el está muy grave y necesita de su madre , que es más importante que eso, que puede importar la vida de una vieja como yo.
Al oír esto O’Donnell se conmueve, le pregunta que le paso a su hijo y ante la negativa de la guardia comienza una discusión, Rita baja del auto y se suma a la disputa. Es entonces cuando le dicen que la persona que esta allí es John Sheton y no es el hijo de la mujer.
La anciana dice que eso no es verdad, que el que esta allí es su hijo, al que quisieron linchar.
Mientras esto sucedía, dentro del hospital se encontraban reunidos los médicos a los que habían acordado decir que tenían al hombre tan buscado, para evitar más complicaciones. Ya que habían recibido amenaza de que sería bombardeada la isla sino aparecía Shelton.
-Esto es muy simple señores, encontramos a Shelton y lo creerán, nos amenazaron .-dijo uno de ellos.
Todos los médicos tras haber terminado la reunión salieron del edificio, uno de ellos el más joven se encontró con O’Donnell y las dos mujeres. Los dos hombres se conocían ya que el medico era amigo de Farrel, el actor que llegaba en ese momento a buscarlo, lamentándose que su auto lo había dejado en mitad del camino y que no conseguía nadie que lo alcanzara.
-¿Tu amigo no tiene auto? -le dijo el escritor muy molesto a su amigo
-¡No! No lo tiene, lamento haberte hecho venir hasta aquí -respondió muy enojado Farrel
O’Donnell y Rita suben al auto, la chica le dice.
- Se comenta que ellos son pareja, eso sería el final de la carrera de Farrell
- Tu no dirás nada de lo que viste
-A mí lo que me preocupa es esa pobre anciana
-¡Y que podemos hacer!
-Quizás el amigo de Farrel pueda ayudarnos.
-¡Pero como! - dijo el escritor asombrado.
-Debemos sacar a su hijo, si no hablamos
-¡Te has vuelto loca!
-Y que podemos perder, somos protagonistas de una historia que no sabemos cómo va a terminar, por lo menos hagamos algo bueno por esa mujer y su hijo
Y es así como O’Donnell habla con ambos hombres, pero el medico no parece estar de acuerdo, Rita hace una advertencia entonces Farrel indignado se va con su amigo caminando tras mandarlos al infierno.
Dejan a la anciana en el auto, e ingresan al hospital,
O’Donnell jamás pensó encontrarse en aquel lugar donde no había nadie, caminan por largos pasillos desolados. El silencio es testimonio de que esta deshabitado, de pronto como un fantasma apareciendo de la nada, ven un enfermero que va subiendo las escaleras, lo siguen lentamente con temor a que los descubra, este finalmente se pierde tras una puerta que no pueden abrir. El lugar esta abandonado, buscan en las habitaciones, el joven no está, solo les queda una puerta, pero el único que podrá decirles la verdad es el medico amigo de Farrel
-¡Que es esto! - dice el escritor perturbado- No entiendo que esta pasando.
- No hay enfermos, ni muertos, ni medicos. Somos testigos de un espanto.
Al salir despues de un buen rato de haber recorrido todo el hospital, notan que ni los guardias quedan.
Solo la anciana permanece en el lugar, como si hubiera depositado todas sus esperanzas en ellos.
-Tranquila señora, vamos a encontrar a su hijo -dijo Rita
-Solo confíe en nosotros no la dejaremos sola, Farrel a esta hora debe estar camino a la playa.
-Tu eres la directora de cine, estabas en problemas - a lo que la joven contesto - Esa mujer quería que hiciéramos un cortometraje por la forma en que viven en su barrio y como no pude lograrlo desde entonces me odia. me acosa.
Al llegar al Hospital O’Donnell se baja en busca de Farrel, al dirigirse al ingreso ve a una mujer mayor, de aspecto pequeño, llorando, pedía por su hijo, -No puede ingresar señora, usted está en riesgo – decía un hombre joven de la seguridad del lugar, a lo que la mujer le respondía - Pero es mi hijo, el está muy grave y necesita de su madre , que es más importante que eso, que puede importar la vida de una vieja como yo.
Al oír esto O’Donnell se conmueve, le pregunta que le paso a su hijo y ante la negativa de la guardia comienza una discusión, Rita baja del auto y se suma a la disputa. Es entonces cuando le dicen que la persona que esta allí es John Sheton y no es el hijo de la mujer.
La anciana dice que eso no es verdad, que el que esta allí es su hijo, al que quisieron linchar.
Mientras esto sucedía, dentro del hospital se encontraban reunidos los médicos a los que habían acordado decir que tenían al hombre tan buscado, para evitar más complicaciones. Ya que habían recibido amenaza de que sería bombardeada la isla sino aparecía Shelton.
-Esto es muy simple señores, encontramos a Shelton y lo creerán, nos amenazaron .-dijo uno de ellos.
Todos los médicos tras haber terminado la reunión salieron del edificio, uno de ellos el más joven se encontró con O’Donnell y las dos mujeres. Los dos hombres se conocían ya que el medico era amigo de Farrel, el actor que llegaba en ese momento a buscarlo, lamentándose que su auto lo había dejado en mitad del camino y que no conseguía nadie que lo alcanzara.
-¿Tu amigo no tiene auto? -le dijo el escritor muy molesto a su amigo
-¡No! No lo tiene, lamento haberte hecho venir hasta aquí -respondió muy enojado Farrel
O’Donnell y Rita suben al auto, la chica le dice.
- Se comenta que ellos son pareja, eso sería el final de la carrera de Farrell
- Tu no dirás nada de lo que viste
-A mí lo que me preocupa es esa pobre anciana
-¡Y que podemos hacer!
-Quizás el amigo de Farrel pueda ayudarnos.
-¡Pero como! - dijo el escritor asombrado.
-Debemos sacar a su hijo, si no hablamos
-¡Te has vuelto loca!
-Y que podemos perder, somos protagonistas de una historia que no sabemos cómo va a terminar, por lo menos hagamos algo bueno por esa mujer y su hijo
Y es así como O’Donnell habla con ambos hombres, pero el medico no parece estar de acuerdo, Rita hace una advertencia entonces Farrel indignado se va con su amigo caminando tras mandarlos al infierno.
Dejan a la anciana en el auto, e ingresan al hospital,
O’Donnell jamás pensó encontrarse en aquel lugar donde no había nadie, caminan por largos pasillos desolados. El silencio es testimonio de que esta deshabitado, de pronto como un fantasma apareciendo de la nada, ven un enfermero que va subiendo las escaleras, lo siguen lentamente con temor a que los descubra, este finalmente se pierde tras una puerta que no pueden abrir. El lugar esta abandonado, buscan en las habitaciones, el joven no está, solo les queda una puerta, pero el único que podrá decirles la verdad es el medico amigo de Farrel
-¡Que es esto! - dice el escritor perturbado- No entiendo que esta pasando.
- No hay enfermos, ni muertos, ni medicos. Somos testigos de un espanto.
Al salir despues de un buen rato de haber recorrido todo el hospital, notan que ni los guardias quedan.
Solo la anciana permanece en el lugar, como si hubiera depositado todas sus esperanzas en ellos.
-Tranquila señora, vamos a encontrar a su hijo -dijo Rita
-Solo confíe en nosotros no la dejaremos sola, Farrel a esta hora debe estar camino a la playa.
Al
rato O’Donnell tuvo que enfrentarse a su esposa. Era poco lo que gritaba al
encontrarse con semejante situación
-Estas jugando al héroe, crees que eres uno los personajes de tus novelas. - fue algunas de las cosas que dijo.
-Me hubiera gustado ser uno de ellos. – contesto resignado
El silencio devora la ruta en busca de Farrel, estaría muy cerca de llegar a su mansion de la playa, lo supieron cuando pasaron por su casa y ya no había nadie, seguramente el su amigo y su esposa millonaria estarían lejos de allí.
Margaret O’Donnell echa chispas, frunce la nariz como si sus acompañantes olieran feo, es que su glamorosa vida es tan artificial que no hay lugar para nada humano, ni aromas que no fueran del perfume más caro que ella pudiera usar, ni siquiera su cuerpo parecía ser real.
- ¿Como se llama señora?- pregunto Rita Olé, a la anciana.
- Carmen.- respondio la mujer
- ¿Tiene esposo?
- Mi hijo y yo estamos solos, trabajamos de lo que podemos
- ¿Que cree que paso con su hijo?
- Decían que era ese chico que andan buscando
-John Shelton- dijo O’Donnell
Al llegar la noche encuentran una casa en el camino con sus luces encendidas, deciden bajar allí para descansar, y esperar el amanecer, caminar un poco, fumar, tomar agua. O’Donnell sube las escaleras que lo llevan a la casa, una mujer lo recibe
-Bienvenido -le dice esta- te explico, esta no es nuestra casa, así que puedes quedarte también, tienes derecho, solo estamos de paso, sus dueños quizás lograron pasar al continente o quizás estaban allí y no pudieron regresar, yo que se, te digo esto porque he visto que no hace mucho han estado aqui, creo que esta es una casa para vacaciones, pero pasa no te quedes allí.
-No estoy solo
-Yo tampoco, mira somos seis, anda ve y diles que pasen.
El silencio que producen aquellas nueve personas ( Margaret no quiso entrar) en la sala es interrumpido por el televisor; -Todo está controlado - decían -Shelton murió.
-Tranquila no creas lo que dice -O’Donnell a la anciana
-Están mintiendo- dijo Rita- no están trasmitiendo del hospital, es un simulacro, el hospital esta vacío, nosotros estuvimos allí
- ¿Quién eres?-pregunto la mujer que lideraba el grupo, a la anciana.
-Soy la madre del chico que lincharon, me dijeron en el hospital que mi hijo no estaba allí, que el que estaba era John Shelton
-¿Me estás diciendo vieja que te robaron a tu hijo para hacerlo pasar por un posible infectado?
-Shelton sigue entre nosotros- dijo O’Donnell
- ¿Y el hijo de esta donde esta?
-No lo sabemos. .contesto Rita
- ¿Y ustedes creen que lo van a encontrar?
-¡No lo sabemos! - O’Donnell cerro así aquel tema
-Nadie sabe lo que va a pasar- finalizò Rita
Margaret se encuentra en la galería, su esposo al notar su ausencia se le acerca.
-Podrás escribir la mejor novela de tu vida con todos estos personajes.
Calo hondo la expresion de la mujer, -¡Porque tenemos que ir en busca del hijo de esa vieja! Quiero irme a mi casa ahora, No aguanto mas, fueron algunas de las cosas que escupio la tilinga de Margaret.
-No me gusta hacer este camino de noche - Es lo unico que dice el escritor cuando es interrumpido por la mujer que lidera el grupo.
-¡Vengan todos,!¡Vengan!.-
Todos sorprendidos escucharon
-Miren lo que encontré, una caja fuerte
- ¡Estas locas si piensas abrirla! -dice uno de los hombres
- ¡Solo esto nos faltaba! -expreso Margaret
- ¡Que quieres hacer? - pregunto Charles- ¡No estarás pensando!
-¡Y porque no! Le daría una parte a la anciana para que encuentre a su hijo, el resto lo repartimos entre nosotros, lo vamos a necesitar. Aquí no hay nadie, no se dan cuenta, todo termino, nadie vendrá a buscar lo que encontremos en esa caja, pero a nosotros si nos hara falta. Aqui la honestidad no cuenta, es quien llega primero. Es como el agua que sale de estas canillas, como los alimentos que encontramos, el wiski, el techo, todo es útil.
-¡A si debe estar vacía! -dijo uno de los hombres- Para que tanto problema
-¡Ábrela dijo Rita!, Yo no quiero nada, pero sí creo que tienes razón.
-Está bien dijo Charles, yo no lo necesito, pero ustedes si.
Se hizo un suspenso impresionante mientras trataron de abrir la caja con las artimañas de la mujer, todos se miran sorprendidos
-Tranquilos, no soy lo que piensan, mi padre fue cerrajero, me crie entre cerraduras, el me enseño estos trucos, me decía, alguna vez te va servir, por la dudas que algún día te quedes encerrada. Era un genio con las cajas fuertes.
- Si claro – comento Margaret
Al rato la puertita se abrió, todos boquiabiertos se pusieron de pie, lentamente, se acercaron muy muy despacito y lo vieron, billetes de todos colores no cabían en la cajita.
-¡Bien ,a repartir! a repartir -dijo la mujer
Charles sonrió, entendió que aquello más que un robo era el no saber qué iba a pasar mañana, porque estaban todos a la deriva y aquel dinero, quizás nunca lo llegarían a usar.
Rita sale de la casa siguiendo a Charles
-Su esposa está molesta por todos esto, lo lamento
-Mi esposa no sabe lo que es la supervivencia, no tiene ni idea, acabamos de ver algo muy loco, lo que quiere decir que en estas situaciones se va improvisando minuto a minuto. ¿Que es lo correcto? Seguramente, sobrevivir es lo correcto.
La dama se había quedado dormida en el auto, quien la sacaba de allí, con lo enojada que estaba.
La mujer que lideraba casi le ordeno a O’Donnell que ocupara una de las habitaciones porque al día siguiente tenía que continuar viaje, a lo que el acepto con gusto porque estaba muy cansado.
-Tu mujer duerme en el auto, mira si será, pero tu báñate y come algo, tienes una habitación para ti y duerme, mañana el día será largo -y eso fue lo que hizo.
Pero antes que amaneciera O´Donell emprende el viaje.
.
Farrel vive en una mansión en la playa que luce desafiante a la belleza del lugar, las aguas turquesas y las playas de arena blanca combinan con el diseño de la casa, Hasta que aparece en escena la millonaria esposa del actor atendiendolo por una de las ventanas, diciendo muy molesta, - Que haces Charles aquí, que quieres
-Quiero hablar con el medico amigo de tu marido
-¡No aquí no!
-Se que esta
El medico bajo las escaleras, aunque la mujer no quería
-Dime que pasa
-Tu vistes al hijo de esta mujer
-Otra vez con eso, no no lo vi
-Pero tu estabas en una reunión
Y Si, pero no vi a ningún paciente
El hospital está abandonado, porque no me dices que hicieron con el chico
-Estuviste husmeando, ya veo. Mira yo no vi a nadie, es más ni siquiera sé si ingreso alguien, todos los médicos estaban allí,
-Entonces que paso. Mira, seguimos a un enfermero, era el único que estaba allí, subió unas escaleras y se perdió tras una puerta imposible de abrir, que hay detrás de ella, tú lo sabes. Que hicieron con el chico que la gente lincho, lo llevaba una ambulancia al hospital, que le hicieron. Yo lo vi cuando se lo llevaban.
-Y yo que se, no conozco todo el hospital, haber no estarás pensando que pueda estar allí
-Y porque no, que hablaron en esa reunión
-Mira O’Donnell, solo puedo decirte una cosa, todo esto, lo que está sucediendo no es lo que parece, mira a tu alrededor y te darás cuenta, observa detenidamente, y solo es una palabra la respuesta, no mas.
-Estas jugando al héroe, crees que eres uno los personajes de tus novelas. - fue algunas de las cosas que dijo.
-Me hubiera gustado ser uno de ellos. – contesto resignado
El silencio devora la ruta en busca de Farrel, estaría muy cerca de llegar a su mansion de la playa, lo supieron cuando pasaron por su casa y ya no había nadie, seguramente el su amigo y su esposa millonaria estarían lejos de allí.
Margaret O’Donnell echa chispas, frunce la nariz como si sus acompañantes olieran feo, es que su glamorosa vida es tan artificial que no hay lugar para nada humano, ni aromas que no fueran del perfume más caro que ella pudiera usar, ni siquiera su cuerpo parecía ser real.
- ¿Como se llama señora?- pregunto Rita Olé, a la anciana.
- Carmen.- respondio la mujer
- ¿Tiene esposo?
- Mi hijo y yo estamos solos, trabajamos de lo que podemos
- ¿Que cree que paso con su hijo?
- Decían que era ese chico que andan buscando
-John Shelton- dijo O’Donnell
Al llegar la noche encuentran una casa en el camino con sus luces encendidas, deciden bajar allí para descansar, y esperar el amanecer, caminar un poco, fumar, tomar agua. O’Donnell sube las escaleras que lo llevan a la casa, una mujer lo recibe
-Bienvenido -le dice esta- te explico, esta no es nuestra casa, así que puedes quedarte también, tienes derecho, solo estamos de paso, sus dueños quizás lograron pasar al continente o quizás estaban allí y no pudieron regresar, yo que se, te digo esto porque he visto que no hace mucho han estado aqui, creo que esta es una casa para vacaciones, pero pasa no te quedes allí.
-No estoy solo
-Yo tampoco, mira somos seis, anda ve y diles que pasen.
El silencio que producen aquellas nueve personas ( Margaret no quiso entrar) en la sala es interrumpido por el televisor; -Todo está controlado - decían -Shelton murió.
-Tranquila no creas lo que dice -O’Donnell a la anciana
-Están mintiendo- dijo Rita- no están trasmitiendo del hospital, es un simulacro, el hospital esta vacío, nosotros estuvimos allí
- ¿Quién eres?-pregunto la mujer que lideraba el grupo, a la anciana.
-Soy la madre del chico que lincharon, me dijeron en el hospital que mi hijo no estaba allí, que el que estaba era John Shelton
-¿Me estás diciendo vieja que te robaron a tu hijo para hacerlo pasar por un posible infectado?
-Shelton sigue entre nosotros- dijo O’Donnell
- ¿Y el hijo de esta donde esta?
-No lo sabemos. .contesto Rita
- ¿Y ustedes creen que lo van a encontrar?
-¡No lo sabemos! - O’Donnell cerro así aquel tema
-Nadie sabe lo que va a pasar- finalizò Rita
Margaret se encuentra en la galería, su esposo al notar su ausencia se le acerca.
-Podrás escribir la mejor novela de tu vida con todos estos personajes.
Calo hondo la expresion de la mujer, -¡Porque tenemos que ir en busca del hijo de esa vieja! Quiero irme a mi casa ahora, No aguanto mas, fueron algunas de las cosas que escupio la tilinga de Margaret.
-No me gusta hacer este camino de noche - Es lo unico que dice el escritor cuando es interrumpido por la mujer que lidera el grupo.
-¡Vengan todos,!¡Vengan!.-
Todos sorprendidos escucharon
-Miren lo que encontré, una caja fuerte
- ¡Estas locas si piensas abrirla! -dice uno de los hombres
- ¡Solo esto nos faltaba! -expreso Margaret
- ¡Que quieres hacer? - pregunto Charles- ¡No estarás pensando!
-¡Y porque no! Le daría una parte a la anciana para que encuentre a su hijo, el resto lo repartimos entre nosotros, lo vamos a necesitar. Aquí no hay nadie, no se dan cuenta, todo termino, nadie vendrá a buscar lo que encontremos en esa caja, pero a nosotros si nos hara falta. Aqui la honestidad no cuenta, es quien llega primero. Es como el agua que sale de estas canillas, como los alimentos que encontramos, el wiski, el techo, todo es útil.
-¡A si debe estar vacía! -dijo uno de los hombres- Para que tanto problema
-¡Ábrela dijo Rita!, Yo no quiero nada, pero sí creo que tienes razón.
-Está bien dijo Charles, yo no lo necesito, pero ustedes si.
Se hizo un suspenso impresionante mientras trataron de abrir la caja con las artimañas de la mujer, todos se miran sorprendidos
-Tranquilos, no soy lo que piensan, mi padre fue cerrajero, me crie entre cerraduras, el me enseño estos trucos, me decía, alguna vez te va servir, por la dudas que algún día te quedes encerrada. Era un genio con las cajas fuertes.
- Si claro – comento Margaret
Al rato la puertita se abrió, todos boquiabiertos se pusieron de pie, lentamente, se acercaron muy muy despacito y lo vieron, billetes de todos colores no cabían en la cajita.
-¡Bien ,a repartir! a repartir -dijo la mujer
Charles sonrió, entendió que aquello más que un robo era el no saber qué iba a pasar mañana, porque estaban todos a la deriva y aquel dinero, quizás nunca lo llegarían a usar.
Rita sale de la casa siguiendo a Charles
-Su esposa está molesta por todos esto, lo lamento
-Mi esposa no sabe lo que es la supervivencia, no tiene ni idea, acabamos de ver algo muy loco, lo que quiere decir que en estas situaciones se va improvisando minuto a minuto. ¿Que es lo correcto? Seguramente, sobrevivir es lo correcto.
La dama se había quedado dormida en el auto, quien la sacaba de allí, con lo enojada que estaba.
La mujer que lideraba casi le ordeno a O’Donnell que ocupara una de las habitaciones porque al día siguiente tenía que continuar viaje, a lo que el acepto con gusto porque estaba muy cansado.
-Tu mujer duerme en el auto, mira si será, pero tu báñate y come algo, tienes una habitación para ti y duerme, mañana el día será largo -y eso fue lo que hizo.
Pero antes que amaneciera O´Donell emprende el viaje.
.
Farrel vive en una mansión en la playa que luce desafiante a la belleza del lugar, las aguas turquesas y las playas de arena blanca combinan con el diseño de la casa, Hasta que aparece en escena la millonaria esposa del actor atendiendolo por una de las ventanas, diciendo muy molesta, - Que haces Charles aquí, que quieres
-Quiero hablar con el medico amigo de tu marido
-¡No aquí no!
-Se que esta
El medico bajo las escaleras, aunque la mujer no quería
-Dime que pasa
-Tu vistes al hijo de esta mujer
-Otra vez con eso, no no lo vi
-Pero tu estabas en una reunión
Y Si, pero no vi a ningún paciente
El hospital está abandonado, porque no me dices que hicieron con el chico
-Estuviste husmeando, ya veo. Mira yo no vi a nadie, es más ni siquiera sé si ingreso alguien, todos los médicos estaban allí,
-Entonces que paso. Mira, seguimos a un enfermero, era el único que estaba allí, subió unas escaleras y se perdió tras una puerta imposible de abrir, que hay detrás de ella, tú lo sabes. Que hicieron con el chico que la gente lincho, lo llevaba una ambulancia al hospital, que le hicieron. Yo lo vi cuando se lo llevaban.
-Y yo que se, no conozco todo el hospital, haber no estarás pensando que pueda estar allí
-Y porque no, que hablaron en esa reunión
-Mira O’Donnell, solo puedo decirte una cosa, todo esto, lo que está sucediendo no es lo que parece, mira a tu alrededor y te darás cuenta, observa detenidamente, y solo es una palabra la respuesta, no mas.
Salieron de allí en silencio. nadie hablo en el camino, ni siquiera la tilinga de Margaret se quejo. O’Donnell detuvo el
auto. observo el paisaje, miles de personas en las rutas en automóvil y otras
caminando. Hacia dos días que transitaban.
-Observen, no parecen estar enfermos, más bien están asustados. Estamos yendo al sur, En el norte está la ciudad ,no queda nadie, también en el este y oeste pasa lo mismo, se fueron todos. Esto es toda la isla. Además, el hospital estaba vacío. No hay enfermos.
-¡Sugestion! dijo Rita
-Exactamente- dijo O’Donnell- Señora no podemos regresar a la ciudad para ver que hay detrás de esa puerta, se lo debo.
-No se preocupe, habrá una señal.- comento la anciana con resignacion
Continuaron el viaje hasta llegar a un desvio.
-Llegamos a la playa que nos llevara a nuestro hogar - dijo O’Donnell ,
-A qui me quedo yo -dijo la anciana
-¡No sabía que tu vivías aquí! -comento Rita asombrada - Creí que eras de la ciudad
-Aquí vivimos mi hijo y yo.
-Entonces esperalo aquí, seguro regresara a su hogar
-Eso espero
-Que hacían en la ciudad-pregunto curiosa Rita
Tras un silencio, la mujer contesto
-Habíamos ido al medico
La muchacha y O’Donnell se miraron
-El puente que une la isla de Os con la isla de Linea comienza a dejarse ver tras la niebla que lo cubre.
Amanece lentamente,
-Observen, no parecen estar enfermos, más bien están asustados. Estamos yendo al sur, En el norte está la ciudad ,no queda nadie, también en el este y oeste pasa lo mismo, se fueron todos. Esto es toda la isla. Además, el hospital estaba vacío. No hay enfermos.
-¡Sugestion! dijo Rita
-Exactamente- dijo O’Donnell- Señora no podemos regresar a la ciudad para ver que hay detrás de esa puerta, se lo debo.
-No se preocupe, habrá una señal.- comento la anciana con resignacion
Continuaron el viaje hasta llegar a un desvio.
-Llegamos a la playa que nos llevara a nuestro hogar - dijo O’Donnell ,
-A qui me quedo yo -dijo la anciana
-¡No sabía que tu vivías aquí! -comento Rita asombrada - Creí que eras de la ciudad
-Aquí vivimos mi hijo y yo.
-Entonces esperalo aquí, seguro regresara a su hogar
-Eso espero
-Que hacían en la ciudad-pregunto curiosa Rita
Tras un silencio, la mujer contesto
-Habíamos ido al medico
La muchacha y O’Donnell se miraron
-El puente que une la isla de Os con la isla de Linea comienza a dejarse ver tras la niebla que lo cubre.
Amanece lentamente,
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