Hay una mujer en la mecedora, la manta envuelve su espalda anunciando el frio del otoño.
Los recuerdos van llegando, jugando con las hojas de los arboles, que van cayendo caprichosas en el camino que la lleva al rio.
Hay una bicicleta en la esquina esperandola para ir a algun lugar, los zapatos rojos de aquel verano, la muñeca de porcelana sentada en el mismo sofa, y en el cielo,se puede ver a la niña corriendo en la neblina, tiene un vestido rosa con puntillas en el ruedo y dos chuflos en la cabeza, los niños se acercan haciendo una ronda a su alrededor, entonces, ella levanta sus brazos mientras da vueltas y vueltas.
Hay nostalgias en el jardin de Alpa, hay nostalgias en la mecedora, nostalgias de tiempos idos,hay una mujer con sonrisa de tiempo.
Ella espera.
Las agujas del reloj anuncian que el tiempo se acaba.
En sus pupilas, la imagen de montañas, de rios, de bosques
En su memoria lo que amo,
Hay una mujer en el final del tiempo: que en una noche de otoño contempla la vida, que aun le queda por descubrir.
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