SI PUDIERA
La lluvia
moja el ventanal gris, mientras, las sombras de la noche abrazan la ciudad que se
ve a lo lejos.
Aquí, en la
espesura del bosque puedo ver mi rostro reflejado en el cristal. Si hasta la
lluvia parece mojarlo, entonces, mis ojos me devuelven la imagen de una mujer
quebrada, es allí cuando me pregunto en qué momento deje de creer en mí.
Al final
todo parece estar igual, la misma lluvia, la misma angustia, las mismas
preguntas que como entonces no hacían más que comprobar tu osadía de estar con
quien no querías.
De todas
maneras tuya no era la culpa, sino de la que te lo permitió por cobardía o por
miedo a tus manipulaciones tan hábiles.
Hoy, que ya
no estás compruebo que todo sigue igual, que nada cambio, es entonces que me
doy cuenta que el cambio debe estar en uno, no en los demás.
¿Si sigo
igual? si, soy la misma de entonces, puedo comprobarlo al ver mi rostro
reflejado en el cristal con la lluvia cayendo sobre el sin siquiera mojarlo,
porque eso soy, solo un relejo de la realidad.
Me debo la
alegría que no me supe dar, las lágrimas que me permití. Pasarme la cuenta a
esta altura de mi vida tendría sentido si al menos pudiera lograr recuperar
algo de mí, de lo que alguna vez fui.
Si miro a mi
alrededor las cosas ya no son las mismas, las fui cambiando en el paso del
tiempo, pero mi interior sigue intacto, tan oscuro y triste como entonces.
La costumbre
de caminar mirando el piso metida hacia adentro, la impresión de comprobar que
existían cosas a mi alrededor que hacía tiempo no veía, el cielo, las plantas,
los edificios todo parecía nuevo para mí, como si nunca hubieran estado allí. Fué entonces cuando en una salida común comprobé que se podía volver a empezar, aún con
aquellos que todavía se encargan de despreciarme, seguramente lo hacen porque
soy fácil de lastimar por seguir estando donde no debo estar.
Ahora, estoy
aquí con la lluvia en el cristal, tratando, de entender como se hace.
fin
estela jaeltete
No hay comentarios:
Publicar un comentario