Cuando las mañanas de sol son tan luminosas como aquella en la que conoció a la joven fotógrafa, dicen que
presagian tiempos de abundancia.
Sucedió a poco tiempo de haber regresado de aquellas
vacaciones que marcaron su destino, Se llamaba Hilary. El descendía las
escaleras del juzgado cuando ella se le acerco y preguntándole si podía darle
una entrevista a su compañero periodista, este no hiso más que decir que si,
fue un si tan apresurado, como si tuviera temor a no volverla a ver. Elmo se
olvido por un momento de sus sueños locos y quedando impactado por la joven,
supo que algo estaba pasando muy dentro de él, algo que jamás había sentido
antes, se estaba enamorando.
A partir de aquel momento en que la vio caminaba sobre las
nubes, la veía todos los días, cualquier escusa era buena para estar con
Hilary. Ahora Elmo tenía otro motivo para soñar, la isla y enamorar a la
muchacha.
Hilary tenía pensamientos totalmente opuestos a las suyos,
justicia social y austeridad eran sus ideales. Fue entonces que el ambicioso de
Elmo, creo un personaje, el de un abogado que luchaba por las injusticias.
Cuando la llevo a conocer a su familia, este le dijo que él no tenía nada que
ver con todo el dinero de su padre, que se abría camino solo en la vida.
Al cabo de un tiempo se casaron, tuvieron dos hijas y eran
una pareja feliz.
Pero con los años pese a que Hilary amaba a su familia,
sentía nostalgias de su pasado como
fotógrafa, ya que se había dedicado tiempo
completo a criar a sus hijas y acompañar a su esposo.
A medida que pasaba el tiempo comen<o a sentirse sola, ya
que Elmo viajaba mucho. Este jamás le conto lo que estaban haciendo en la isla,
es más, evitaba que su esposa tuviera trato con las mujeres de sus amigos. Ocurrió
en una reunión, que una de ellas izo mención de la isla, entonces el debió
salir de aquel entuerto con una de sus tantas mentiras. Después, todos fueron
sus cómplices.
Hilary no era tonta, comenzó a investigar y atar cabos
sueltos, hasta llegar a la conclusión que los viajes de su esposo a la isla no
eran los de un empleado de una empresa, demasiada plata en su billetera, pensó.
Fue así que llego hasta Elmo, exigiéndole la verdad, una
verdad que los marco para siempre, porque Hilary se había decepcionado de su
esposo.
Ahora Hilary está sentada en un sillón en la galería de su
casa, un gato blanco y lanudo pasa entre sus piernas una y otra vez, un colibrí
danza en el jardín su graciosa figura. Esta tan sola como jamás pensó que
podría estar. Es que la soledad de Hilary es interior, Se caso enamorada, deslumbrada
por la personalidad de Elmo, aunque, más allá de sus ausencias su esposo
siempre le demostró su amor y pasión, de
eso no se puede quejar. Pero la mentira, porque la mentira, y porque la tortura
tanto, si cualquier mujer en su lugar, hubiera estado más que dichosa. Sin
embargo para ella nada de estas cosas se pueden comparar con la admiración que
tenía por él y que ahora, se derrumbo.
Siente nostalgias por tiempos idos, de aquellos sueños que
quedaron en el camino. En qué momento los dejo, no lo sabe, simplemente se dejo
llevar por el embrujo de Elmo. Ahora busca su cámara que quedo archivada en
algún lugar y decide plasmar allí los tiempos que vendrán.
Continuara
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